domingo, 22 de enero de 2012

Isla San Andrés ¡Encanto caribeño!

Una delicia de playita...

¡¡¡FELIZ DOMINGO!!!


Paz y Amor entrando al Restaurante La Regatta

Hace justamente un año se me antojó escribir la primera página de L´Andariega para contarles algunas de mis andanzas pateando bosques y selvas, y aun cuando me había propuesto colgar al menos un aporte cada mes, entre una cosa y otra lo descuide; sin embargo, por acá estoy de vuelta para traspasar esta vez las fronteras de lo que acá solemos llamar monte y culebra, y hacer juntos una visita a la paradisíaca isla colombiana de San Andrés, que junto a Providencia y Santa Catalina, integra un archipiélago en medio del Mar de las Antillas, con todo el encanto del Caribe y un mar de siete colores que provoca nadarlo, navegarlo, surfearlo y hasta bucearlo para jurungar las profundidades de sus cayos y arrecifes con un ecosistema tan rico en especies que la Unesco decidió en el año 2000 decretarlo como Reserva de Biosfera ´Sea Flower´, que es el nombre del primer barco de bandera inglesa que se acercó hace siglos por aquellos lares, donde más tarde, al igual que en otras islas caribeñas, coincidieron holandeses, africanos y españoles que dejaron a su paso el sello que hoy distingue a un “raizal” o nativo influenciado por cada cultura, pero con personalidad propia, dueño de su isla, amable, simpático y siempre dispuesto a ceder un lugar a cada visitante con unas ganas que contagian y que dan por válido el slogan que reza: “Colombia: el riesgo es que te quieras quedar”.
Mapita de San Andres

La playita de Haynes Cay

San Andrés es una isla que poco tiene que ver con cumbia y vallenato, pues se mueve más bien al son del reggae recordando al inmortal Bob Marley. Tiene 120 mil habitantes, 60 mil motos y unos 30 Km2 que se recorren facilito en una hora. Su infraestructura hotelera es amplia y variada, pues va desde alojamiento en casas viejas remodeladas para recibir pocos visitantes hasta hoteles construidos especialmente para dar posada a muchos; sin embargo, nada de enormes edificaciones de firmas internacionales ´que se llevan todo y dejan muy poco en casa´, dicho por ellos mismos…


Si me quedara en San Andres, me compraria un yatecito...

Por eso, aun cuando el turista puede pedir un ´todo incluido´ y con gusto se le dará, el ´raizal´ opta en primera instancia por ofrecer alojamiento con desayuno para que salga en la mañana con la barriguita llena, si es su gusto, y con el mejor ánimo le indica adonde puede ir a almorzar y/o a cenar sabroso; dónde rentar un auto, carrito de golf, moto o bicicleta para dar un paseo, cómo llegar al centro en taxi o transporte público barato si es su preferencia, dónde hacer snorkel, buceo o cualquier otro deporte náutico, dónde darse un buen masaje, encontrar una isleña que le haga las ´cangas´ o trencitas en el cabello o salir de pesca artesanal; en fin, le facilitan todos los servicios y la visita a los lugares de interés regentados por otros nativos para que todos tengan la oportunidad de recibir algún beneficio de su visita a la isla.

¡Que vida tan dura, muchachote!

Poquito antes de despedir el 2011 tuve la dicha de hacer este viajecito junto a tres colegas, Yamel, Beatrice y Alejandro, gracias a la invitación que le hiciera la gente de ProExport Colombia, órgano oficial para la Promoción de Turismo, Inversión y Exportaciones, www.proexport.com.co, a la revista Dominical de Últimas Noticias, para la cual hago mis aportes periodísticos. Por supuesto, fue un disfrute magnífico con agenda apretadísima porque en una semana tuvimos que ´aprendernos´ lo mejor de Bogotá, que se los contaré luego, y lo más espectacular de San Andrés, que a eso voy… por lo cual mi maleta estaba dividida en dos: ropa gruesa, chaquetas, botas y bufandas para el fresquito decembrino de la capital, y traje de baño, franelitas, shores, cholitas y afines, además de bronceador (aunque lo recomendable es protector solar) para la playita que me hizo recordar la Isla de Margarita de comienzos de la zona franca cuando los pescadores aun eran su bastión y la zona de shopping casi se limitaba al Boulevard Guevara, o la Bonaire de hace añales cuando mi papá trabajaba allá haciendo la vialidad, se dormía con las puertas de la casa abiertas de par en par, íbamos a comprar frutas y verduras al puerto donde llegaban los barquitos con bandera venezolana, y el antillano saludaba invariablemente, aun sin conocerte, con un amable ´¿Con ta bai?´ y uno respondía siempre agradecido ´Bon´…

El grupo: Yamel, Beatrice, Alejandro, yo y Juliana de ProExport






Muy bien acompañada por la gente de Bibi´s Place en Haynes Cay

Y volviendo al tema, aplaudo tanto la iniciativa del gobierno colombiano como la solidaridad del nativo de San Andrés para con sus paisanos, pues me luce que entienden que el turismo sostenible es una industria económicamente rentable que aporta beneficios al entorno social, siempre protegiendo las bondades que el medio ambiente les pone a su disposición para el desarrollo de la actividad.
Esta foto la tome en Hotel Casablanca, pues la proteccion ambiental es parte de la cultura isleña

Bien, y como supongo que ya se están animando a disfrutar de San Andrés en estos próximos Carnavales, Semana Santa o algún otro asueto a lo largo del año, mejor les cuento cómo llegar a destino y qué pueden hacer por allá durante su estancia en esta islita bañada por aguas de ´Siete Colores´ que vista en el mapa parece un Caballito de Mar…

Impelable el CocoLoco...

Saliendo de Venezuela se llega a San Andrés vía Bogotá en vuelo de casi dos horas por Avianca, y en ese caso lo ideal es reservar aunque sea un par de días para disfrutar esta capital, bien de ida o de regreso. Otro vuelo directo a San Andrés es desde Ciudad de Panamá en vuelo de una hora con Copa. De cualquier modo, la recomendación para los venezolanos (y para los ciudadanos de otros países que tengan control de cambio, si es que los hay…) es averiguar en una agencia de viajes si pueden cancelar el paquete turístico al archipiélago en moneda nacional y así rendir el “cupo” en dólares, tomando en cuenta que para viajar a Colombia el monto autorizado por este gobierno es una miseria. Otra alternativa es cargar una mochilita de bolívares y comprar moneda extranjera carísima, por encima del mercado paralelo, en las Casas de Cambio. Todo visitante nacional o extranjero debe adquirir la tarjeta de turismo en el aeropuerto de origen a un costo de 24 dólares americanos.

Aqui hicimos el curso de entrenamiento practico para Buceo
Nosotros nos alojamos en el San Luis Village, un hotelito sencillo pero de lo más confortable frente a la playa, donde sin temor a nada puede uno dormir con las ventanas abiertas para disfrutar de la brisa, el olor a salitre y el murmullo de las olas del mar. Y si se quieren ir a dar un baño de playa después de ver el amanecer ¡excelente!, pero como hay que levantarse oscurito les aconsejo poner la alarma del celular en lugar de pedir que los despierten, pues en vez de darnos una llamadita por teléfono, nos enviaron al jardinero que es enorme, golpea la puerta durísimo como si uno fuera sordo y tiene un vozarrón que asusta… Sin embargo, eso también forma parte de la idiosincrasia del ´raizal´ y de las inolvidables anécdotas. Y si quieren jurungar un poco más, pedir cotización y ver la posibilidad de celebrar allí una boda o disfrutar de una escapadita o la luna de miel, he aquí el site www.hotelsanluisvillage.com.

Arriba, desayunando en San Luis Village, y abajo, en la playita del hotel

Para referencia, les cuento que nuestro itinerario incluyó la visita a otros hoteles buenísimos que se pueden recomendar. También en el área de San Luis estuvimos en el CocoPlum, un hotelito delicioso tipo campestre full de palmeras frente al Mar Caribe, donde además de todos los deportes acuáticos, también se realizan bodas. El site para investigar paquetes, planes y tarifas es www.cocoplumhotel.com.
Beatrice, Yamel, Alejandro y yo, felicisimos en CocoPlum Hotel

Luego nos fuimos al Hotel Casablanca ubicado sobre el paseo peatonal La Playa  en pleno centro de San Andrés, cerquita de todos los comercios del Puerto Libre donde se consiguen perfumes, licores y electrodomésticos a excelentes precios. Además de acceso directo a la playa, Casablanca tiene piscinas, cafetería, restaurantes, terrazas para disfrutar del atardecer, actividades recreativas, música en vivo y mucho mas, por lo que a mi modo de ver es ideal para ir en familia. Y por su excelente ubicación, después de la cena uno puede irse caminando a las tiendas, a la discoteca, al cine, al casino o adonde le apetezca. Su site www.hotelcasablancasanandres.com.

Arriba, vista a la playita desde Casablanca Hotel,
y abajo, el estar de una suite visto desde la planta alta


Y como las opciones son amplias, también les cuento de Casa Harb que tiene un concepto de alojamiento totalmente diferente, sobrio, privado e ideal para parejitas, pues además de piscina, restaurante y demás servicios de lujo, su oferta de hospedaje se limita a cinco suites divinamente decoradas al estilo asiático con piezas únicas que Jak, su dueño, trae de los lugares más recónditos del planeta para imprimirle a su vieja casa familiar ahora convertida en posada, un sello de exclusividad y distinción. Aunque no tuve la oportunidad de ver el ocaso desde Casa Harb, me dicen que es uno de los mejores ángulos de la isla para disfrutar del atardecer frente al mar, en el sector La Rocosa, a 10 minutos del centro de San Andrés. Su site www.casaharb.com.

Arriba, la recepcion de Casa Harb, y abajo, una de sus exclusivas suites

Y después de darnos un paseo por algunas opciones de hospedaje, vámonos para la playa, que eso es lo que sobra en San Andrés donde hay sol el año entero, una temperatura permanente que oscila entre 27 y 30 grados centígrados, una brisa que no deja nunca de soplar y un ´cocoloco´ esperándonos…

Beatrice fajada con su CocoLoco
Bahía Sardinas, la playita que esta frente al Hotel Casablanca, es quizás la más concurrida de la isla por su blanca arena coralina, sus aguas transparentes y su excelente ubicación en el área urbana, comercial y turística de San Andrés, justo en la cabecita del Caballito de Mar, como se observa en el mapa.

El COCO... un tesoro en San Andres

Bajandito por el ´down town´ se encuentra uno con el muelle desde donde parten las lanchas hacia el Parque Regional Johnny Cay, que es el balneario más famoso de la isla por aquello del sabor a reggae impregnado de ´paz y amor´ que cautiva de inmediato, y lo deja a uno atrapado entre las palmeras, el agua cristalina, la calidez de su gente, la atmósfera rastasfari, y el cocoloco que cuidadito y le funde la azotea...  

Bibis no se aguanto y me encaramo la peluca Rastafari...

Haciendo una conversión monetaria quizás un poco a la ligera de pesos colombianos a dólares americanos ($), el costo de la entrada al parque es de $1 y el transporte en la lancha que lleva y trae es de $5, todo por persona. La oferta gastronómica es amplia y deliciosa, siempre y cuando le gusten los frutos del mar, pues la cosa va desde riquísimas empanaditas de cangrejo hasta una sustanciosa langosta, pasando por otros mariscos, moluscos, crustáceos y varios tipos de pescado, para que cada quien seleccione el menú de acuerdo a sus preferencias y posibilidades. 


Por un senderito estrecho se camina de un cayo a otro, pero si se resbala, pierde...

De verdad provoca quedarse enraizado en Johnny Cay meneando el cocoloco, pero habría sido un pecado no encaramarnos de nuevo en la lanchita para ir a conocer Haynes Cay, un cayo coralino espectacular para practicar deportes náuticos y desde allí, a través de un sendero delgadito, cruzar a pie los 60 metros que lo separan de El Acuario, otro islote buenísimo para hacer snorkel y darse banquete observando la vida bajo el agua.
Ye en El Acuario

Hablando de hurgar en las profundidades del mar, San Andrés se ha convertido en uno de los lugares predilectos de los aficionados al buceo, pues el cementerio que dejó el naufragio de barcos piratas y corsarios siglos atrás, fue poco a poco rodeado de arrecifes que luego se convirtieron en el hábitat de una importante diversidad de especies marinas que vale la pena husmear.

Y como para todas estas aventuras hay posibilidades en San Andrés, nosotros también nos fuimos al fondo del mar con la gente de Banda Dive Shop, luego de hacer un breve curso de iniciación teórico/práctico, pues ninguno tenía experiencia en estas lides, para completar una maravillosa experiencia que duró en total unas 4 horas. A modo de referencia, este Mini Curso de Buceo para Aprendices tiene un costo aproximado a los $70 e incluye instrucción, ejercicios de entrenamiento a la orilla del mar, salida en lancha e inmersión a una profundidad de máximo 10 metros durante entre 30 y 45 minutos.


Y para los que están planeando boda y quieren hacer algo diferente que de verdad tenga que ver con aquello de ´echarse al agua´, en San Andrés tienen la oportunidad de celebrar su matrimonio en el fondo del mar, para lo cual hay ofertas muy interesantes que incluyen hasta minicurso ´de buceo´ prematrimonial. Además de platica, para casarse allá lo único que necesita la pareja es presentar su pasaporte. Por acá les dejo este site www.bandadiveshop.com a ver qué consiguen.

Aca en pleno entrenamiento...

Islotes y cayos hay por montones en San Andrés, pero el que desee ver mas allá, puede darse un saltico a Providencia o a Santa Catalina tomando un vuelo interno o contratando una embarcación. Nosotros nos quedamos en la isla y disfrutamos, entre tanto más, la Piscinita… Allí uno llega al muelle y baja por unas escaleritas hasta echarse al mar con una careta para observar los peces. No es una playa con orilla y arena, sino un balneario de aguas quietas, ideal para nadar y hacer snorkel.



Arriba y abajo, en La Piscinita

En toda la puntica sur de la isla, en la cola del Caballito de Mar, hay una cosa que se llama ´El Hoyo Soplador´ que el raizal muere por mostrar a los turistas, y nosotros no fuimos la excepción… Sin embargo, debo confesar que no tuvimos la suerte de ver en acción este fenómeno natural que arroja agua a presión hasta una altura de 2 metros, y por eso esta fotografía que muestro no es mía sino ajena.


Antes de contarles lo mejor de la gastronomía sanandresana, y de paso darnos un banquetazo, es imperdible ir de visita a la Casa Museo Isleña, donde es muy divertido ver a las morenazas contar cómo era la vida de sus ancestros, mientras se pasean por la casa llena de cosas de antaño, para luego invitar a los visitantes, ¡casi forzarlos! a menear las caderas al son de un ritmo africano, para entonces dar por terminada esa visita al pasado. 







Y por unos $5 tiene que hurgar en La Cueva de Morgan, que según la leyenda fue el lugar donde este pirata escondió un tesoro que, por cierto, nadie ha encontrado jamás…pero vale la pena echarle un vistazo al museo que los nativos tienen allí, observar la mole de coral ya bastante desgastada por el efecto del agua de mar, escuchar las historias y disfrutar, al final del recorrido, de una copita de licor de coco elaborado por el raizal. Dato válido: allí compre un frasco de Miel de Abejas sencillamente excelente…


Ay Morgan... ¡que susto!




El coco es uno de los protagonistas importantes en la gastronomía de San Andrés, pues si no es para comer al natural, es la base de bebidas, postres y manjares, así como del Arroz con Frijoles que se prepara además con ají picante, azúcar, pimienta, ajo, cebolla y pimentón, y de sopas como el típico Rondón o ´Rundown´, plato principal del menú isleño que puedo describir al pelo aunque no tuve chance de degustarlo, muy lamentablemente. Me contaron los nativos que se trata de un guiso de pescado y caracol con colita salada de cerdo, y yuca, ñame, auyama, plátano verde, orégano, albahaca, cebolla y pimienta, todo preparado en leche de coco. Y para completar las calorías, los platos principales lo sirven acompañados de ´Dumpling´ o empanaditas de trigo, y las tortas de banana. Otro imperdible es el delicioso Arroz con Coco que también acompaña casi cualquier plato que le sirvan en San Andrés, y lo que les recomendaría es probarlo en varios lugares, pues cada quien tiene su propia sazón y cada uno es mejor que el otro, así como las albóndigas de pescado que también tienen su encanto.

Además de todas estas delicias típicas, por supuesto la oferta gastronómica incluye otro tipo de preparación de pescados, cangrejos, langostinos, langostas y afines. Y he acá los lugares que les puedo recomendar con los ojos cerrados para darse un banquetazo…

Pida lo que guste, que el raizal lo complacera...

´El Rincón de la Langosta´, que además de un menú exquisito y una excelente atención, tiene una espectacular vista al mar y un atardecer de película.
´La Regatta´ es otro restaurante que vale la pena conocer, pues además de su exquisita gastronomía, el ambiente es supremamente acogedor, a media luz y sostenido sobre pilotes en el mar, ¿se lo imaginan?... ¡Y allí me comí una langosta que ni les cuento! http://es.restaurantelaregatta.com.

Esta langostica que se ve alli fue la que me comi en La Regatta

´Gourmet Shop Assho´ es ideal para ir por una buena copa de vino, o quizás por más de una, asegurándoles que encontrara en su vinoteca un listón enorme de opciones para acompañar un buen plato de su menú de comida internacional, donde destacan, por supuesto, los frutos del mar, además de carnes, pollos, pastas y ensaladitas gourmet. Ellos están ubicados frente a la Plaza La Barracuda, muy emblemática, y su email para más información es assho16@hotmail.com.

Gourmet Shop Assho, de verdad muy acogedor y la comida excelente

En las playas hay infinidad de lugares para comer rico, pero si quieren hacerlo sin moverse de su ´tumbona´, seguro les pasaran por enfrente un montón de gente ofreciéndoles empanaditas de cangrejo, tortas de banana, bolitas de coco y las mejores cocadas del mundo…


Y aca me despido hasta la proxima entrega cuando les cuente todo lo que pueden hacer en Bogota, que de verdad es una ciudad lindisima, de gente amable y cafe delicioso...



Y les digo Hasta Pronto junto a este Raizal Sanandresano, que ademas de Español e Ingles, se hace ´desentender´ por mi cuando habla ´Creole´, la lengua nativa que se inventaron hace siglos para que los ´conquistadores´ no los entendieran...

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